Durante dos fines de semanas consecutivos los fieles católicos y miembros de diferentes pastorales parroquiales se concentraron en el templo central de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen para reflexionar sobre el libro de Apocalipsis de San Juan, durante cuatro días las reflexiones se centraron en el caminar de la iglesia, formación espiritual y la iglesia en los últimos tiempos, en cada catequesis los desafíos que la iglesia ha tenido que enfrentar hasta la actualidad, han sido claro, pues hasta Jesús fue capturado, torturado y crucificado hechos que son recordados por medio del Santo Rosario, el Santo Viacrucis y muchos otros ritos religiosos que hacen énfasis en la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
En la última catequesis realizada ayer una de las Hermana Alta graciana refirió que los apóstoles y discípulos de Dios entregan su vida, consientes que Jesús a resucitado, afirmo que la sangre de los mártires es semilla de cristianos que va creciendo en la comunidad.
“Pero esa sangre de los mártires, es semilla de los cristianos, va creciendo la comunidad y los Apóstoles entregan su vida consciente de que Jesús ha resucitado y que por tanto ellos también tienen parte en esa vida verdadera, ellos también podrán ir a la resurrección y allá, interceder por la iglesia y por todas las personas que quieren seguir viviendo esta fe” fue parte de la catequesis que diera la hermana Conrrada, religiosa Altagraciana.
En la misma catequesis cuestionó ¿Qué estoy haciendo yo para que el evangelio llegue a más personas y sobre todo a los más necesitados? Afirmando que ese es el reto que nos presenta el libro de Apocalipsis de San Juan, dijo que los capítulos 11 y 12 de dicho libro “nos dan la clave de nuestra misión, todo cristiana, todo cristiano tiene que disponerse a creer cada día con mas firmeza en Jesús resucitado” continuó “que esa fe nos lleve a vivir según la fe, es decir que en la practica nuestra, vivamos el amor y la esperanza y la fe e una unidad, en una coherencia, en una fidelidad” insto Conrrada, finalizo diciendo que todos estas acciones se hagan “no para quedar bien ente el mundo si no ante Dios”.
